Yo, yo soy vuestro
consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es
mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?
Y
ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y
fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que
aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor
del que aflige?
El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan.
Porque yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Y
en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí,
extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo
a Sion: Pueblo mío eres tú.
Isaías 51:12-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario