En un programa de Sid Roth (Es Sobrenatural), oí a un entrevistado decir:
Dios no ejerce el control sobre nosotros como tal; si eso fuera así, la tierra no estuviera sembrada de maldad tal y como está.
Entonces empecé a pensar en lo mismo pero buscando en la Palabra de Dios la explicación de semejante anuncio, y lo encontré.
Claro!! nos hizo a su imagen y semejanza; por tanto, somos pequeños dioses a imagen del Padre, libres de hacer lo que queramos, pero también nos escribió un libro que prescribe toda la verdad y la bondad de Dios. En este sentido, de una cosa no nos libramos, y es de las consecuencias por hacer las cosas como queremos y no como lo dice su Palabra.
El ejemplo clásico es el de Adán y Eva en el Edén. Eso sigue igual hasta el día de hoy.
El Señor me dijo una vez: en el mundo viven dos clases de seres humanos: unos no quieren que yo los cambié y otros no quieren que yo los salve. Por lo tanto, la tierra siempre estará llena de víctimas y victimarios.
Entonces entendí la importancia de la oración y la exhortación de: oren por todos los hombres, oren de día de noche, en todo lugar y en todo tiempo. Lo que significa, mantengan el control sobre el mal invocando a Dios para que lo ejerza .
El control no está puesto sobre nosotros, aunque Dios puede hacer lo que él quiera desde el cielo en la tierra. Nosotros debemos querer y pedir el control del cielo en la tierra para que vivamos quieta, reposadamente y en paz.
Debemos decirle: Dios me hiciste libre, pero yo te entrego el control de mi vida porque siendo controlado por ti seré verdaderamente tu hijo comprado por sangre en la cruz del calvario. Tendré la actitud correcta mientras tu ejerces tu orden divino sobre mi, el cual me librará del diablo, el pecado y sus consecuencias.
Hilda de Reyes
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