domingo, 11 de octubre de 2020

CURA PARA LOS QUEJUMBROSOS

 

 

...también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia.  

Romanos 5:3

 

Durante años, lo más cerca que estuve de gloriarme en las tribulaciones fue susurrar: “Bueno, ¡alabado sea Dios de todas maneras!”. Sentía que mis quejas generalmente se justificaban. Después de todo, ¿quién quiere dolor y frustración? Yo, por supuesto, no los necesitaba. Al menos eso creía. Pero Dios pensaba diferente.

El Señor sabía que yo necesitaba cambiar y crecer espiritualmente. En Romanos 5:3-4 Pablo enseñó que las situaciones difíciles de la vida pueden producir un carácter piadoso en nosotros. Nuestras quejas obstaculizan la obra de Dios.

He aquí algunas sugerencias para vencer una actitud quejumbrosa:

  • Recuerda que tus problemas no tomaron a Dios por sorpresa. Él sigue teniendo el control.
  • Cree que Dios tiene una solución, una provisión o un regalo de sabiduría igual a tu dificultad.
  • Ora, afirmando tu fe en Dios y expresando tu confianza en su amante propósito para ti.
  • Espera dispuesto, confiando en que Dios obrará su perfecta voluntad.
  • Alábalo; incluso antes de que actúe.

Esta alternativa a la queja da a Dios una oportunidad de obrar creativamente, tanto en nosotros como en nuestras circunstancias. Y lo mejor de todo, aun cuando nuestras circunstancias no cambien, Él las usa para cambiarnos a nosotros. ¡Te lo recomiendo! JEY

NO TE QUEJES DE LAS ESPINAS QUE TIENEN LAS ROSAS;

DA GRACIAS POR LAS ROSAS QUE HAY ENTRE LAS ESPINAS
 
Fuente: NUESTRO PAN DIARIO
Ministerios RBC, Grand Rapids Michigan

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