sábado, 25 de agosto de 2018

No seas Perezoso


Pasé junto al campo del hombre perezoso,
Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,
Ortigas habían ya cubierto su faz,
Y su cerca de piedra estaba ya destruida.

Miré, y lo puse en mi corazón;
Lo vi, y tomé consejo

Un poco de sueño, cabeceando otro poco,
Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
Así vendrá como caminante tu necesidad,
Y tu pobreza como hombre armado.

Proverbios 24:30-34

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