Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño,
para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que
Jehová el Dios de vuestros padres os da.
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.
Vuestros
ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que a todo
hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio
de ti.
Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.
Mirad,
yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó,
para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar
posesión de ella.
Guardadlos,
pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos
estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande
es esta.
Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
Deuteronomio 4
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