Ahora
pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo,
para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque
estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza); dice:
Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de
Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por
luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
Así
ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de
alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán
reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es
el Santo de Israel, el cual te escogió.
Isaías 49:5-7
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