domingo, 28 de noviembre de 2010

Nuestro Corazón ¿Una Tierra Fértil para Hacer Crecer la Palabra de Jesús?

HE AQUÍ, EL SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR

Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.



Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.

Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.


Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.

El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.


Pero parte cayó en buena tierra, y dió fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a teinta por uno.

Más el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.



EL QUE TIENE OÍDOS PARA OÍR, OIGA
Jesucristo
Evangelio Mateo 13: 3-9 & 19-23

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