Yo abrí el mar para que Israel cruzara, pero luego caminé por encima de él. Aunque tu no puedas verme con tus ojos naturales; y muchas veces no puedas sentirme; y muchas otras no quieras oirme, YO TE AMO. Antes que la tierra fuera formada te escogí. Por tanto, antes que nacieras yo ya te conocía.
Cuando tuve que abandonar la tierra y venir a mi Padre, en mis momentos más difíciles, dolorosos y tristes, pensé en tí e hice una oración: "Vamos a recordarla juntos": Más no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí, por la palabra de ellos. Padre aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos también estén conmigo, para que vean la gloria que me has dado. Porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Santifícalos en tu verdad, tu palabra es la verdad.
En esa oportunidad, también tenía que orar por mí y le supliqué al Padre que quitara de mi aquella copa, pero el no quizo, porque si yo vivo tu mueres. Mi salvación era tu muerte; y así fui yo sacrificado para que vivieras tu.
El látigo romano rompió mi espalda con puntas de acero, mi corazón fue traspasado con una lanza, mis pies sujetos con clavos hundidos sin compasión; mis brazos al igual sujetos, estaban abiertos sobre la cruz; mis rodillas fueron las primeras en ser golpeadas con la caída, pues esas fueron las primeras que yo sacrifiqué cuando de rodillas oraba por tener fuerzas para llegar a la cruz del calvario por ti.
Mi cabeza coronada con espinas, mi rostro golpeado y lleno de esputos, apenas podía modular una oración: ELI, ELI ELI, LAMA SAVATINI ... Dios mío, Dios mío, Por qué me has desamparado?.
No sé si te has dado cuenta que no dije Padre Mío, Padre Mío, Por qué me has desamparado? sino que dije Dios mío, Dios mío, Por qué me has desamparado? En ese momento yo tomaba tu lugar, no tenías Padre, no habias nacido ....
IGLESIA...
No permitas que mi sacrificio sea en vano.
No permitas que mi sacrificio no te duela.
No permitas que mi amor no te conmueva.
Si mi amor no llega al martirio, no me hubieras conocido, sabes por qué? porque fuiste hecha para ser amada, y el amor era lo único que podía volverte a mí. Con esta confianza caminé hasta el calvario, con esta esperanza llegué hasta el martirio.
Si yo vuelvo atrás, tu te pierdes. Si yo no muero, tu no vives.
Yo había hecho muchas cosas por ti, pero tu no lo entendías. Por ti inventé el agua, formé las estrellas que pude sobre tu cabeza como flores a tus pies. Por ti inventé la forma de traerlos al mundo. El mar fue hecho para ti, el aire formado por ti, y después de dártelo todo ... yo también me dí a ti.
Pues nada de esto te convenció. Yo tenía que venir, tu tenías que conocerme.
ÁMAME, YO TE AMÉ PRIMERO. NO ME OLVIDES
Jesucristo
Gracias por tan bella carta. Un abrazo
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