y no tengo amor,
vengo a ser como metal que resuena,
o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía,
y entendiese todos los misterios y toda ciencia,
y si tuviese toda la fe,
de tal manera que trasladase los montes,
y no tengo amor,
nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor,
de nada me sirve.
es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso,
no se envanece;
no hace nada indebido,
no hace nada indebido,
no busca lo suyo,
no se irrita,
no guarda rencor;
no se goza de la injusticia,
no se goza de la injusticia,
más se goza de la verdad.
Todo lo sufre,
Todo lo sufre,
todo lo cree,
todo lo espera,
todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán,
y cesarán las lenguas,
y la ciencia acabará.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es EL AMOR.
Algunos comntaristas dicen que si faltaran los escritos sagrados y se rescatan de la Biblia tan solo los cuatro capítulos de Mateo acerca de las Bienaventuranzas y el capítulo 13 de la primera carta a los Corintios, en realidad seguimos teneiendo la Palabra de Dios indenne
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