sábado, 3 de julio de 2010

La Armadura de Dios: Una Protección para Vencer

En los tiempos antiguos, los hombres valientes que luchaban en batallas debían usar una protección que se le conocía con el nombre de Armadura, la cual era compuesta por piezas metálicas o de otro material resistente (en muchos casos de cuero) que se utilizaba para proteger el cuerpo del combatiente (Wikipedia).

En Efesios 6:10-18 encontramos que los hijos de Dios también somos exhortados a vestirnos con TODA la ARMADURA DE DIOS, para que podamos estar firmes contra las asechanzas del diablo.

"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" ... "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes" (Efesios 6: 10 & 13).

Te invitamos a conocer y no olvidar cual es esa Armadura, para que cuando debas enfrentar los embates del enemigo tomes de ella todo lo que necesitas. Si tomas y usas TODAS las piezas de la Armadura de Dios, entonces tendrás la victoria.

Recuerda que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:12).

Paso 1
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Pieza de la Armadura No. 1
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad,

Pieza de la Armadura No. 2
Vestidos con la coraza de justicia,

Pieza de la Armadura No. 3
Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

Pieza de la Armadura No. 4
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

Pieza de la Armadura No. 5
Y tomad el yelmo de la salvación,

Pieza de la Armadura No. 6
y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

Pieza de la Armadura No. 7
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.


Efesios 6: 10-18

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